Una Auditoría ASHRAE Nivel 3, como las que ofrecemos en R2M Solution, son una herramienta que sirve a la hora de mejorar el rendimiento energético de las empresas.
Los resultados son excepcionales, pues se centran en procesos, sistemas o áreas concretas de una instalación que requieran alta inversión de capital. A diferencia de las auditorías nicel 1 y 2, las nivel 3 aportan un análisis profundo que ayuda a detectar áreas de mejora y su consiguiente ahorro.
Qué es una auditoría energética nivel 3 y por qué puede mejorar tu consumo
Con una auditoría energética nivel 3, nos referimos a un estudio extenso que se puede enfocar en un componente o medida de ahorro energético particular o en un sistema concreto de la instalación o en toda, pero viendo al detalle todos los sistemas y datos.
Por ejemplo, se suele aplicar a la climatización, a la iluminación, a los motores eléctricos que se emplean en las fábricas o a cualquier proceso productivo que consume mucha energía.
Mediante estas auditorías se detectan con precisión las áreas que generan un gasto innecesario, el cual se puede reducir mediante el uso de tecnologías mucho más eficientes.
Lo usual es que las Auditorías Nivel 3 se centren en zonas con un alto potencial de mejora pero que dicha mejora requiera una inversión importante de capital. Por eso informan de cómo ahorrar energía en empresas.
Cómo se realiza una auditoría de nivel 3
Hay varias fases que se deben llevar a cabo en su totalidad, pues de lo contrario, la auditoría no sirve para nada.
Recopilación de la información
Es el inicio del proceso y aquí se junta toda la información necesaria, como los consumos históricos, se revisan los equipos que están funcionando, e incluso se habla con el personal técnico.
Realizar entrevistas con el personal que trabaja en el edificio es fundamental, pues ayudan a entender cómo funciona el sistema que se va a analizar.
Campaña de medición
Ahora que ya se sabe de qué manera trabaja el sistema que se va a estudiar, llega el momento de comenzar con las mediciones. Para ello, se suelen instalar instrumentos de medida.
Registran variables como el consumo eléctrico, pero van más allá, pues, no solo interesa saber los kW que se demandan, sino también la temperatura, la humedad o el caudal, dependiendo del sistema que se vaya a evaluar.
Ya con los datos en la mano, los auditores identifican puntos críticos, ven dónde se pierde energía, si hay equipos que están sobredimensionados o si existen operaciones ineficientes.
Informe técnico
Gracias a la información que se ha obtenido en la campaña de medición, se elabora un dictamen técnico en el que se dan una serie de propuestas para mejorar.
Aquí, se puede sugerir el cambio de equipos por otros más eficientes, implementar sistemas de control automatizados, formar al personal con el fin de que hagan un uso más racional de la energía o cambios en los procesos operativos.
Evaluación económica
Ahorrar energía siempre es bueno, pero cuando hablamos de empresas, esto tiene que proporcionar algún beneficio. Por eso, el paso final de todas las Auditorías Nivel 3 se entrega una evaluación económica. En ella, se establece cuánto cuesta la implementación de cada medida de mejora y cómo es el retorno de esta inversión.
Eso ayuda a la empresa a tomar decisiones, a planificar los próximos pasos que va a dar en función del gasto y del tiempo que tarde en recuperarlo.
Principales beneficios de una auditoría energética para tu empresa
Las Auditorías Nivel 3 aportan muchas ventajas a las empresas, pues de lo contrario no las pedirían.
Reducción del consumo
Uno de los beneficios más destacados es el de la reducción del consumo energético. Esto impacta en la cuenta de resultados del negocio, pues al bajar el consumo la factura también lo hace. Eso significa un menor coste mensual.
Desde el punto de vista de una empresa, ese ahorro no solo la hace más rentable, sino que libera recursos para invertirlos en otras áreas como la innovación.
Mejora de rendimiento de equipos y sistemas
Una vez que la auditoría identifica ineficiencias, se dan soluciones que pueden alargar la vida útil de los equipos, reduciendo así las necesidades de mantenimiento correctivo.
Un equipo que se rompe menos funciona durante más tiempo, lo que significa que la productividad será mayor (además de gastar poco en el mantenimiento).
Se cumple con las normativas medioambientales
La preocupación por el medioambiente ha llevado a los gobiernos a establecer normas estrictas respecto al consumo de energía.
De esta manera, no es raro que, a la hora de acceder a subvenciones, ayudas o ventajas fiscales, se pida un compromiso con la eficiencia energética.
Además, si la empresa se preocupa de verdad por la sostenibilidad, su imagen corporativa se verá beneficiada.
Por qué necesitas una auditoría energética si buscas reducir costes y ser más sostenible
Cuando se busca reducir costes operativos, y avanzar hacia un modelo productivo más sostenible, lo mejor es optar por las Auditorías Energéticas Avanzadas o de Nivel 3.
A veces, se tiene la tentación de actuar a ciegas, sin datos. Esto es un error, pues no es extraño que en este caso se implementen medidas muy costosas que no tienen un impacto real en el consumo.
Gracias a las auditorías se detectan fugas de energía que suelen pasar desapercibidas. Ayudan a establecer prioridades de inversión y a optimizar recursos.
Se conocen casos de empresas que han optado por este enfoque, obteniendo ahorros que van desde un 10 a un 30 % en el sistema analizado. De ese modo, el retorno de la inversión se da en menos de un año en determinadas situaciones.
Diferencias entre auditorías Nivel 1, Nivel 2 y Nivel 3
Pese a que comparten el mismo objetivo, ambas auditorías difieren tanto en el alcance como en su profundidad.
Si hablamos de una auditoría Nivel 1 y 2, estas nos dan una visión panorámica o global del consumo energético de toda una instalación y además buscan las medidas más sencillas de ahorro energético y que requieren poco o nada de inversión de capital. Sin embargo, la Nivel 3 va más allá y se centran en buscar con detalles las áreas de mejora con mayor impacto que requieran inversión de capital.
Ambos enfoques no tienen por qué ser excluyentes. De hecho, en muchas ocasiones primero se hacen auditorías de nivel 1, luego 2 y por último 3.
Las Auditorías de Nivel 3 son la mejor manera de identificar aquellas áreas en las que se puede ahorrar energía. Además, siempre se hace un informe económico que explica el coste del cambio, de manera que las empresas pueden tomar decisiones basadas en datos. Si te quedan dudas, contacta con nosotros y te las aclararemos.